Entrevista a Eduardo M. Favier Dubois (H) para LWYR

FICHA

Universidad en la que estudió: Universidad de Buenos Aires.

Su ramo preferido en la Universidad: Derecho Comercial

Un abogado argentino al que admire: Héctor Alegría

Futbolero?  Semiretirado, sufrí mucho de joven y me curé de espanto. Club de sus amores: Independiente, soy socio desde que nací por herencia familiar.

Una película: “Prometeo”, de Ridley Scott, la búsqueda de los orígenes del hombre en el espacio.

0.-Lo mejor y lo peor de ser abogado hoy en Argentina:

Lo mejor es el gran debate de ideas jurídicas y el desarrollo de la doctrina en publicaciones, libros, congresos y jornadas, donde no solo participan profesores y alumnos, como en otros países, sino también abogados de la matrícula, jueces, escribanos, contadores y funcionarios.

También la incorporación de temas nuevos al universo jurídico (medio ambiente, internet, consumidor, recursos naturales, negocios agrarios, deportes, modas, comunicaciones, espectáculos, etc.), todo lo que brinda enorme actualización y la posibilidad de una capacitación permanente.

Lo peor es el contexto cultural general de desprecio y transgresión de la ley, lo que lleva a muchos clientes a pretender soluciones heterodoxas para sus problemas jurídicos y a que haya algunos abogados que las ofrecen. También cierta mentalidad adversarial de algunos abogados que todavía no incorporaron a sus prácticas un sistema cooperativo tanto para resolver los litigios entre las partes cuanto para su relación con los colegas de la contraria.

1.- ¿Cuál sería el diagnóstico jurídico de Argentina finalizando este año 2013?

Es un momento de gran incertidumbre frente al Proyecto de Código Civil unificado, que está siendo tratado sin gran debate por el Congreso a pesar de la postura contraria de la oposición, el que implica importantes cambios en las relaciones civiles de familia y en el derecho de las personas, la incorporación de nuevos contratos, la pesificación de las obligaciones en moneda extranjera, la remisión de la responsabilidad del Estado y de los funcionarios públicos a lo que dispongan las leyes locales, y la supresión del derecho comercial como categoría especial.

2.- Como ex juez comercial y abogado dedicado a dicha especialidad ¿Existe interés por esta disciplina legal entre las nuevas generaciones o son otras áreas las que acaparan su atención y por qué?

El interés por el Derecho Comercial se mantiene muy vigente en lo relativo a sociedades, contratos y regulación de las empresas, pero las nuevas generaciones no se muestran interesadas en quiebras ni en títulos sino en los temas nuevos de la materia: competencia, consumidor, internet, derecho deportivo.

3.- En cuanto a su rol como asesor de empresas familiares, ¿considera que este nicho de mercado tenderá a desaparecer en Argentina en beneficio de las grandes corporaciones o, por el contrario, es un segmento que tenderá a crecer y fortalecerse en el futuro?

Estoy seguro que el asesoramiento de empresas familiares recién está en un comienzo y que, en breve, los estudios profesionales lo incorporarán como un servicio más para ofrecer a sus clientes, tal como pasó en España.

Es que a partir del programa del Banco Interamericano de Desarrollo en la zona central del país, y de los trabajos del Instituto Argentino de la Empresa Familiar (IADEF), que tengo el honor de presidir, se han ido formando consultores, sensibilizando familias empresarias y capacitando a profesionales, lo que ha creado un mercado en constante crecimiento.

4.- Según su experiencia, ¿cuáles son la principales áreas que requieren asesoría legal comercial en las empresas familiares y hacia dónde se encamina este tipo de asesoría especializada en el futuro?

Las áreas principales son: a) los conflictos, en cuanto a su prevención (cláusulas contractuales, negociación, mediación y arbitraje), gestión (herramientas de negociación) y solución (redacción de acuerdos sustentables), y b) la elaboración de protocolos (pactos familiares) con fuerza legal, que sean válidos para terceros y para herederos por haberse trasladado a estatutos, reglamentos societarios, fideicomisos y testamentos.

Como áreas laterales cabe señalar el asesoramiento legal que requieren los negocios financieros y las inversiones propias del “Family Office”, como así las actividades filantrópicas por medio de fundaciones y trust.

5.- ¿Qué opina de la reciente tendencia de las principales marcas de moda y lujo del mundo de retirarse paulatinamente del mercado argentino? ¿A qué obedecería esa situación?  

Argentina es un lugar donde existe un enorme interés por la moda, por las marcas y por todo lo que es suntuario.

Estamos todo el tiempo mirando a Europa y a Estados Unidos en la materia.

La retirada de grandes marcas obedece a una situación meramente coyuntural, derivada de restricciones cambiarias que impiden o dificultan la libre entrada y salida de flujos financieros, principalmente la remesa de utilidades, que confío vayan cesando en la medida en que se acerca un cambio de gobierno en el año 2015.

6.- ¿Cree necesario adoptar algunas medidas para normalizar la actual situación del derecho económico y/o comercial que vive Argentina? En caso afirmativo, ¿cuáles propondría y por qué? 

El Derecho Comercial argentino está basado en un mosaico de normas muy antiguas, tomadas del viejo código comercial italiano, normas intermedias y normas modernas.

En la actualidad, como se destacó, se debate en el Congreso un Proyecto de Código Civil Unificado, el que deroga a la materia comercial (salvo algunas leyes especiales) y la incorpora al derecho civil, sin prever un estatuto especial para los sujetos que desarrollan actividades mercantiles.

Entiendo que el Proyecto debe ser modificado en el punto, manteniéndose una regulación especial para las actividades mercantiles (como en Italia), y agravándose las obligaciones registrales, contables y de conducta de los operadores comerciales.

7.- ¿Qué opina de la actual malla de estudios de la carrera de Derecho en Argentina? ¿Está acorde a las exigencias de la sociedad moderna o requiere cambios urgentes?

Los planes de estudios de las carreras de Derecho ya no pueden contemplar todas las materias necesarias porque ha habido una enorme expansión del conocimiento jurídico y de las áreas de práctica. Ello ha producido como consecuencia que la Facultad de grado solo provea de herramientas básicas y de un conocimiento general, y que sean necesarios estudios de posgrado para las áreas específicas.

De todas maneras, al menos respecto de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, se impone una actualización del plan del año 1985 que contemple las nuevas realidades (ambiente, consumidor, informática, espectáculos, acciones de clases, etc.) y que prepare para la práctica tribunalicia y negocial, lo que hoy no existe.

Buenos Aires, 27 de Noviembre de 2013.

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