Rodrigo Luchinsky presentó su libro el pasado 10 de octubre en un acto realizado en el Salón Verde, donde los profesores Héctor Alegría y Eduardo Favier Dubois expresaron unas palabras respecto de la obra y del autor.
Fue el autor quien inicialmente hizo uso de la palabra para señalar: “es un momento bastante especial para mí por muchos motivos, uno de ellos es que uno no siempre habla como estoy acá sentado en los hombros de gigantes (por Héctor Alegría y Eduardo Favier Dubois)”. Para Luchinsky, “es un gran desafío enfrentarse a un público para comentarle sobre sus propias producciones académicas, algo que no suele acontecer en el ejercicio de la docencia en tanto que allí se relata principalmente lo pensado por otros”. Por otro lado, señaló que la elaboración de esta obra se volvió por momentos sumamente ardua. También expresó su agradecimiento a la editorial de la obra y ala Facultad.
Seguidamente, Eduardo Favier Dubois manifestó: “de las cosas lindas que uno puede hacer está la de presentar un libro de otro, de alguien que realmente se aprecia, un libro bueno, un autor bueno”. A continuación, comentó acerca de su vinculación con la familia Luchinsky, a quien conoce desde hace más de treinta años. “Realmente siempre tuvimos una buena relación, agradable, de camaradería”, precisó. Fue décadas más tarde cuando Rodrigo Luchinsky, hijo del profesor Rubén Luchinsky, se acercó a su persona para consultarle sobre la posibilidad de que él sea su director de tesis. “Creo que es un joven brillante de una generación de gente que piensa más allá y que tiene herramientas muy interesantes… Bueno, es hijo de Rubén Luchinsky, eso influye mucho”, aseguró.
Por otro lado, el expositor se permitió repasar los antecedentes tanto académicos como laborales del autor de la obra. Así, señaló su excelente desempeño académico durante su paso por esta casa de estudios como alumno de grado, además de sus estudios en el extranjero y su reciente tesis doctoral. En cuanto al ámbito laboral, destacó su dedicación a la función pública que vinculó conla Comisión Nacionalde Valores,la Inspección Generaldel Justicia y la administración pública dela Ciudadde Autónoma de Buenos Aires. “Es como una pirámide entre el derecho continental, algo de derecho anglosajón, y el análisis económico del derecho, función pública, preocupación por el sistema, porque lo que la función pública da, a diferencia de la profesión, es preocupación por la generalidad”, resumió. El abogado en general procura obtener un beneficio inmediato para el cliente, más que la posibilidad de alcanzar un estado de bienestar generalizado en el que no sólo quede incluido el cliente. Es por ello mismo que para Favier Dubois es esencial que el abogado ejerza la docencia, así de este modo puede empaparse de esta generalidad que no suele encontrarse en la práctica profesional cotidiana.
En lo concerniente a la obra, el orador explicó que condensa, de algún modo, lo que el autor preparó para defender su tesis. Es un libro con tres partes. La primera de ellas sobre gobierno corporativo desde un punto de vista teórico. Una segunda sección acerca del funcionamiento de la estructura de gobierno societario enla Argentina. Laúltima está dedicada al análisis del mercado de participaciones societarias. Se preguntó cuál es aquel mercado en el que existe una demanda para estas participaciones societarias de sociedades comerciales cerradas, sin acciones que coticen en la bolsa. “Es muy difícil que un tercero ingrese en una sociedad cerrada en situación minoritaria, salvo ciertas bandas de extorsionadores”, estimó Favier Dubois. Adicionalmente, elogió el enfoque multidisciplinario del texto, incluyendo elementos económicos y políticos. “Cada vez la relación economía, derecho, política es más gravitante, y es difícil comprender plenamente un fenómeno sino miramos todas estas variables”, aseveró. Sobre el final, entendió que la obra constituye un valioso aporte a la teoría del conflicto societario.
Finalmente, Héctor Alegría agradeció al autor la posibilidad de permitirle estar presente como expositor en la presentación de su obra. También se detuvo a poner de resalto las importantes personalidades que se hicieron presentes en esta ocasión, muchas de las cuales se encuentran vinculadas de algún modo u otro conla Comisión Nacional de Valores. Para Alegría, Rodrigo Luchinsky se ha ocupado en varias oportunidades a la regulación de los mercados de capitales. “Siempre pensé que aún en épocas de regulación el mercado de capitales es un mercado que tiene que ser regulado, y ampliamente regulado”, advirtió Alegría, aunque aclaró que “naturalmente, una cosa es reglamentar y otra es caer en un reglamentarismo excesivo”. Para el orador,la Argentina tiene un mercado regulatorio importante pero aún así no suficiente. Reglamentar el mercado de valores tiene por objeto la transparencia del mercado. Por ejemplo, trajo a su memoria aquellos años (1969-1975) en que se desempeñó como Presidente dela Comisión Nacional de Valores. En aquel tiempo la labor desarrollada por esta entidad era secreta. Por ello mismo, al expositor se le ocurrió la idea se realizar un boletín informativo que pudiese traer aparejada mayor transparencia y menor secretismo. En el prólogo del primer número se detallaba que los actos republicanos son actos que deben ser conocidos por toda la población, por el conocimiento mismo y como una forma de rendir cuentas. “Los viejos funcionarios del Banco Central me miraban muy de costado creyendo que habían perdido una especie de tesoro, un arcano que, por supuesto, no era de ellos, era del país”, describió.
En lo que respecta a la obra, mencionó que tiene una gran precisión técnica y que cuenta, a su vez, con una redacción clara y atractiva.
“Cada vez la relación economía, derecho, política es más gravitante, y es difícil comprender plenamente un fenómeno sino miramos todas estas variables”, aseveró Eduardo Favier Dubois.
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Fuente: http://www.derecho.uba.ar/derechoaldia/tapa/presentacion-del-libro-gobierno-societario-mercados-y-conflictos/+4572
